¡FACILÍSIMO…!
A veces uno ve un pequeño aviso, un spot cortito, escucha una mención publicitaria en radio o ve una pieza ínfima de TikTok que ahora está tan de moda y piensa que esas pequeñeces son “pan comido”…
Pequeñeces, fáciles de hacer, porque basta poner una sola idea y ya está, ¡listo el pollo! Lo que pasa es que no se nota -o no debería notarse- que hay todo un proceso detrás; que no se trata de pestañear y basta, porque lo que se ve es el encadenamiento de ideas y su realización más o menos buena, para ofrecer esa especie de “¡blink!” que es un ¡yuju! Publicitario…
Con los cambios que se vienen sucediendo en las diversas plataformas donde está presente la publicidad y con la evidente reducción del tiempo del que el público dispone, además de que la atención que se presta a cada tema es pobre, por lo veloz… ¡Se complica todo!
Creo que hay que entender bien las características de las plataformas que se usen y al público de estas. De otro modo se estará “gastando pólvora en gallinazos” porque los mensajes publicitarios no corresponderán a las necesidades y características de ambos, es decir que no tendrán el efecto deseado…
A todo lo técnico hay que sumarle una creatividad que, en mi concepto, debería ser más “aguda” y atraer la atención en un instante, porque si bien es cierto que la repetición es un 2MUST2 de la publicidad en cuanto a efecto se refiere, también hay que tener en cuenta que el exceso produce un efecto de rechazo o en el mejor caso, el de habituación, anulando el mensaje en quienes debían recibirlo…
No es fácil ni sencillo. Hay que pensar, ser verdaderamente creativo, ser todo lo original que se pueda y si se puede… ¡más!
Sé que es fácil decirlo y lo complicado es hacerlo, pero como se dice…¡No nos ganan!
Manolo Echegaray.