EL IRREMPLAZABLE
Es el cerebro.
Digámoslo de una buena vez, porque en esta época de la IA o inteligencia artificial, muchos piensan que se acabó el reinado de eso que tenemos en el cráneo, debajo del cuero cabelludo y entre las orejas…
Creo que están equivocados y mientras algo superior, que seguramente podría venir “de fuera” de nuestra bola azul, la Tierrano demuestre lo contrario (por ahora solamente son rumores y suposiciones) el cerebro humano, tan desconocido en sus funciones totales a pesar de que se lo estudia incesantemente, va a seguir primando y siendo superior a las imitaciones que el propio cerebro se empeña en producir…
Es que son imitaciones, pero “les falta” y les falta mucho de lo que ya se conoce y estoy seguro que lo que desconocemos es gigantesco…
En referencia a la comunicación publicitaria, la carencia es esencial, porque la creatividad es algo que se nota como ausente. Sí, la IA puede “producir” textos y “crear” imágenes a pedido, pero lo que hace es a una velocidad enorme (esa sí mayor que la de cualquier cerebro humano) utiliza la información que tiene almacenada previamente o la busca entre lo que existe, que podría ser nueva y posterior a la ya
contenida. No está “inventando” (creando, en este caso), nada nuevo, sino combinando los datos existentes, que han sido introducidos por seres humanos, con cerebros complejos (como el de cualquiera de nosotros).
La IA es un artilugio maravillosa e increíblemente rápido, capaz de infinitas combinaciones que ocurren a pedido. Un pedido que hay que saber hacer para obtener respuestas que sean válidas.
Humildemente, no creo que la capacidad creativa esté entre las posibilidades de la IA, por lo menos por ahora, aunque claro, podría ser que “desde fuera” alguna “inteligencia superior estuviera observando los esfuerzos de estos terrícolas y sonriente pensara “Que traten…”
Manolo Echegaray.