DESPUÉS NO TE QUEJES…
Si las cosas se hacen “a la primera”, no hay lugar a reclamos…
Esto es importante tener en cuenta cuando uno escribe textos para la publicidad, porque la tendencia del “déjalo así nomás”, poniendo como excusa los apremios de los diversos clientes y la falta “eterna” de tiempo…
Es verdad que la publicidad es una actividad veloz, donde todo parece ser para el día de ayer, sin embargo una pieza publicitaria que se precie de serlo y funcione, no es cosa de “suerte” ni puede dejar de ser revisada una y otra vez, para limar asperezas comunicacionales y enmendar errores…
Es común escuchar eso fe que “el cliente no entiende…” si la opinión de este pone peros al trabajo presentado y sucede porque el creativo publicitario “no se puso en los zapatos” del cliente y posiblemente tampoco del público al que se dirigiría el mensaje…
Es que elaborar cualquier pieza de publicidad implica conocer y revisar una gran cantidad de información; el creativo tiene que TRABAJAR en lo que será su producto comunicacional. No se trata de un “así está bien” auto satisfactorio que evade la responsabilidad. “Pienso, luego existo” decía el filósofo; la frase de un creativo de publicidad debería ser “Dudo, luego existo”. Aprender a dudar de lo hecho para ser mejor.
La publicidad, los clientes y el público no se merecen un “así nomás”… Después, no te quejes que tu trabajo sea cuestionado y terminen diciéndote que pases por tu liquidación.
Manolo Echegaray.