CONOCER… ¡ANTES QUE NADA!
Mi consejo, elaborado en base a la experiencia, es que antes de lanzarte a una aventura creativa publicitaria, debes saber, conocer, analizar lo que vas a emprender; de qué es que vas a tratar y a quiénes se lo vas a decir…
Esto, que parece una verdad de Perogrullo o acciones lógicas y necesarias, muchas veces no se hace ni se toma en cuenta la importancia que esto tiene para conseguir los objetivos que se persiguen, alcanzando el éxito…
¿Cómo puedes comunicar sobre algo que no conoces o conoces poquísimo? ¿Cómo puedes comunicar a quien no conoces ni de oídas, que no sabes como se relaciona con el producto, marca o servicio que vas a publicitar, que desconoces por completo acerca de sus costumbres? ¿Cómo puedes? ¡NO PUEDES!
Para comunicar publicitariamente y hacerlo bien, no basta con usar bonitas palabras, hermosos dibujos, musiquita pegajosa, estupendas fotos o maravillosas imágenes en movimiento, ni letras llamativas y grandazas…
Hay que conocer “a fondo” el producto, marca o servicio, al mercado y a sus componentes, no solamente en lo que respecta a su número y ubicación geográfica, sino -lo repetiré hasta la saciedad- en sus usos y costumbres…
Nadie puede hablar de lo que no conoce y a quienes no conoce, porque si lo hace, las babosadas, los lugares comunes, las frases hechas o las imágenes vacías de significado estarán a la orden del día. La publicidad tiene que comunicar, “enamorar”, convencer… Saber es imperativo. Conocer es un “must” importantísimo…
La creatividad publicitaria no se improvisa. Es el resultado de un largo proceso que deviene en ideas que se van ordenando y lo que parecen magia, no es sino el resultado “fortachón”, la síntesis de ese proceso que necesita ser “alimentado” por la mayor cantidad de información que sobre algo particular se adquiera… La curiosidad nos va a llevar por lo que puede ser algo correcto y es menester empezar por ser curioso.
Todo lo demás, necesario siempre, se irá sumando gracias a “briefs” sobre el producto, servicio o marca; la investigación cuantitativa y la cualitativa irán completando el panorama; lo adicional lo pondrá el conocimiento propio que sobre temas relacionados tenga el creativo publicitario. Cultura, se le llama y mientras má posea un creativo publicitario… ¡Mejor que mejor!
Conocimiento, saber, curiosear… ¡Pensar! Una verdadera aventura divertida.
Manolo Echegaray.