AMANECERÁ Y VEREMOS…
Este es un dicho colombiano, que conocí cuando trabajé varios años en Bogotá y si mal no recuerdo, era atribuido a los campesinos de ese país…
Lo tomé, asumiéndolo y es algo que hoy digo siempre y que grafica la necesidad del paso de un poco de tiempo para tomar opciones y solucionar algo…
Es la llamada “sabiduría popular” que -desde que el ser humano vive eso llamado “experiencia”- está presente como dichos o frases que se repiten de generación en generación y no conoce fronteras; en una palabra, la “sabiduría popular” es patrimonio de la humanidad. Uno de sus más ricos tesoros.
La frase a la que aludimos en el título, nos hace pensar en que, antes de tomar una decisión hay que esperar un tiempo prudencial, porque necesitamos la luz para ver lo que la oscuridad nos niega…
Esperar… Puede parecer que se pierde tiempo, pero la verdad es que las cosas hechas “a las apuradas”, sin suficiente reflexión y “distancia”, salen mal.
Nunca dejaré de recomendar paciencia y recuerdo siempre la frase, atribuida a Napoleón Bonaparte, dicha a su asistente de cámara: “Vísteme despacio que estoy apurado”. Hay que tener cuidado y “tomarse el tiempo”. Es lo sensato.
Manolo Echegaray.