DE TIN MARÍN, DE DO PINGÜÉ,
TÚTALA MÁCALA…
Es algo que decían los niños hace mucho tiempo, en un juego, cuando elegían entre varias opciones, señalando una por una…
A veces, al creativo publicitario se le ocurren varias opciones, por ejemplo, de eslogan y todas le parecen buenas, pero tiene que elegir una… ¡Como pasa siempre!
Confiar al azar la elección, es como jugar con ese antiguo cantito rítmico infantil. El azar (la “suerte”) no es un buen consejero… Por lo menos no en casos como este. Lo digo, porque he visto hacer algo parecido y alguna vez me entró la tentación de probar, pero descarté de inmediato la posibilidad y me forcé a analizar cada eslogan y tratar de ver si cumplía totalmente con lo necesario para ser el escogido.
Lo más probable es quien lea esto crea que estoy loco que no sé sobre qué escribir y hago cualquier cosa. Lamento decepcionar a quien piense así, pero el asunto de la creatividad publicitaria no puede dejarse a la suerte, a la buena voluntad o al “ingenio”…
Es que creo fervientemente que nada que sea serio, medianamente serio, puede dejarse al azar, a la responsabilidad de la “suerte” y la publicidad, la creatividad publicitaria es algo sumamente serio…
Si creen que la publicidad es una lotería donde el azar dicta reglas y ofrece resultados, es que nunca estuvieron cerca de la publicidad, no digo ya trabajando en ella…
Manolo Echegaray.
