RAPIDOL DORADO

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RAPIDOL DORADO

El nombre de un aceite para el motor del automóvil hace bastantes años era precisamente “Rapidol Dorado”. La marca era “RAPIDOL” y “DORADO” definía una categoría suprema; para los automovilistas definía la inmediata acción del producto en el motor y la más alta calidad…

El nombre se convirtió en una popular manera de pedir que algo se hiciera de inmediato: “Hazlo rapidol dorado” quería decir hacerlo a velocidad y con el mejor resultado…

Este artículo no tiene nada que ver con los lubricantes para motor, pero el nombre del producto, que sobrevive en mi recuerdo aunque cuando se usaba como sinónimo de algo rápido además de bueno, yo ni soñaba, por edad, en tener y conducir un automóvil…

El tema viene a cuento, porque cuando trabajaba para JWT y teníamos como cliente a Warner Lambert, para su producto “Chiclets Adams”, un día -a la hora de almuerzo- llama por teléfono mi amigo Frank, que era, no recuerdo bien, el jefe o gerente de marketing de nuestro cliente y me dice: “Manolo, qué suerte que te encontré… Quisiera que me hicieras un favor… Necesito con urgencia un eslogan para máquinas de
afeitar Schick… ¿Me puedes ayudar…?”. Le respondí que claro, pero que era otra la agencia que le manejaba la marca y que por qué no se lo pedía a ellos y me dijo que había tratado, pero a esa hora no había nadie allí que pudiera hacerlo, porque todos estaban fuera… Claro, era como la una y media de la tarde… “Necesito una frase para Schick…” Le dije que me diera un tiempo y me replicó que la necesitaba de
urgencia, ahora mismo. Que pensara un ratito mientras él esperaba en el teléfono, porque tenía que dársela “¡ya-ya! A un programa de radio que auspiciaban. “¿Ahorita…?” le pregunté, asustado. “¡Ahorita! Tengo que pasarla a la radio”…

Mi única experiencia con hojas de afeitar había sido tener como cliente a Gillette, en Colombia, cuando yo era director creativo de McCann allí y me tocó usar un tema para radio que ya tenían y que decía: “¿Ya tiene sus hojas Gillette para mañana…? Recuerde que en el baño no las puede comprar…”

Me acordé del comercialito y después de preguntarle que ventaja competitiva tenía su producto y él decirme que erala duración, creo que recé mentalmente y tras unos instantes de silencio dije: “Schick, su afeitada de mañana y de muchas mañanas…” . “¡Queda!” fue su palabra de despedida…

No sé si me van a creer esta pequeña anécdota, pero yo viví esos momentos de apuro, de urgencia, de un amigo/cliente y gracias a Dios pude responder…

La velocidad es algo inherente, creo, a la publicidad y el creativo publicitario debe pensar rápido: “¡Rapidol Dorado!”, como diría mi padre…

Manolo Echegaray.

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