REMOLÓN
Remoler significa que se vuelve a moler. Primero se muele y luego se remuele una o muchas veces, hasta convertir algo duro en polvo…
Figurativamente, un trompo “remuele” al dar incontables vueltas y cuando alguien le da muchas vueltas a algo, como tomar una decisión, por ejemplo, se dice que es un “remolón”: ¡Vuelta y vuelta, sin ningún resultado! Digamos que es aquel que “le da vueltas a las cosas”, un flojo, un “aplazador” de acciones o de decisiones…
Un creativo publicitario NO PUEDE SER REMOLÓN.
Y es que cualquiera que haya desempañado o haga trabajo creativo en una agencia de publicidad, sabe que la demora en cumplir con los plazos solamente lleva a la acumulación de tareas. Tratar de “estirarlos”, es imposible porque las fechas de publicación son inamovibles: El “Día de la madre”, por ejemplo, no es “unos días después” de su fecha…
El no abordar de inmediato los encargos que se reciben y no dar resultados en el tiempo esperado solamente conducen a la puerta de salida, o sea a que lo echen del trabajo por incompetente.
“Darle vueltas” a las cosas, puede ser sinónimo de pensarlas, medirlas y pesarlas, pero cuando las vueltas son muchas, lo que producen son mareos, se pierde el equilibrio…¡Y uno se cae!
Manolo Echegaray.