LA CASA DEL SOL NACIENTE

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LA CASA DEL SOL NACIENTE

Hace muchos, muchos años, mi grupo de música favorito era “The Ventures”, norteamericano, magníficos intérpretes y con “eso” que hacía del rock ‘n roll algo maravilloso, por lo menos para mí…

El primer LP de ellos que compré -lo recuerdo como si fuera ayer- se llamaba “Telstar”, canción que ya había escuchado en la radio muchas veces. Fui a la tienda de discos más popular aquí en Lima, “Héctor Rocca”, en las galerías “Boza”. Regresé a mi casa en Barranco, a bordo de un colectivo de la línea“96”, abrazando la bolsa que contenía mi tesoro musical recién adquirido, con la expectativa entusiasmada de colocar el disco en el “Garrard” de la radiola “Saba” que estaba en la sala y disfrutar…

¡Y vaya que disfruté!

Se convirtió en mi disco favorito, el que escuchaba una y otra vez, con el volumen alto y las ventanas abiertas, con la esperanza de que mi amiga Kitty, que vivía enfrente y tenía un enorme y envidiable aparato de música modernísimo, “Ampex”, marca de la que don Fernando, su papá, era representante para el Perú, escuchara la música y se alegrara… Después, sentados en las gradas de la entrada de su casa, mientras conversábamos, sería el nuevo fondo musical, con el disco sonando en el poderoso “Ampex” …

¿Por qué cuento todo esto? Sucede que hace un rato, escuchaba en mi PC una presentación de “The Ventures”, que empezó con la canción “The house of the rising sun” (“La casa del sol naciente”), que fue famosa y ellos interpretaban, entonces de inmediato, mi cerebro hizo evidente algo en lo que yo nunca había reparado… De dónde se me había ocurrido el eslogan que hace años ideé para un cliente mío que empezaba a operar, el restaurante japonés “Sushi Ito”…

“El sabor del sol naciente”, fue el eslogan que propuse y adoptó Celso, el dueño, mi cliente y desde entonces, amigo…

Supongo que cuando se me ocurrió, pensé que Japón era el país del sol naciente, que si mi cliente era un restaurante y japonés, por añadidura, lo importante era el sabor… ¿Por qué no el sabor de Japón… ”El sabor del sol naciente”…?

Supongo que eso supuse, pero ahora, al escuchar “La casa del sol naciente”, estoy seguro de que entonces, desde mi maravilloso archivo mental, salieron los recuerdos de la canción, de la música de “The Ventures”, de mi afición “rocanrolera” y ¡Click!, se produjo el pequeño milagro creativo… Pero, como se puede ver aquí, es verdad aquello de que “Nada se crea ni se destruye, solamente se transforma”.

Digamos que soy un “re-creativo publicitario”, como todos los creativos en esta profesión.

 

Manolo Echegaray.

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