De Pueblo Libre a San Miguel en sus primeros 6 meses de vida, de allí; aprendizaje, avatares y destino: barrio, salsa y responsabilidad, vida de hermano mayor.
En el 88 arrancaron los años del IPP de Choquehuanca que responderían a la pregunta de siempre: ¿Qué vas a ser cuándo seas grande? Pues, en su caso, esa pregunta tiene tantas respuestas que dejamos a criterio de quién lo conoce elegir la que más le gusta, porque todas son correctas:
- Talentoso
- Humilde
- Paciente
- Perseverante
- Líder
- Creativo
- Humano
- Analítico
- Tolerante
Ese es Ricardo Ortiz Galindo.
Pasó fugaz y aprendió de otras cinco agencias antes de llegar ahí, a dónde, sin siquiera sospecharlo, se quedaría para siempre.
Es que él es así, de un solo amor en la vida y de un solo amor en el trabajo, que también es su vida.
Después de Esperanza, Mariana, Jimena y Natalia, esa agencia que podía estar en Larco o en Salaverry y la de estos tiempos, en un lugar de su casa, son y serán la razón de ser de su existencia y, gracias a su filosofía y a su forma de ser como humano, los que lo conocemos bien, sabemos que vivirá siempre enfocado en que también sea la de todos los que venimos detrás.
En manos de ese hombre estamos. ¡Bendita suerte!